El presidente Javier Milei presentó mediante cadena nacional el proyecto de Presupuesto 2026 que mandará al Congreso para que sea tratado antes de que termine el año legislativo. Durante su discurso, destacó el trabajo en materia económica que su administración desarrolló hasta ahora, y resaltó el equilibrio fiscal que se alcanzó durante su Gobierno.
En el inicio de su discurso, el mandatario se dirigió al sector político. “El futuro de la Argentina depende de que el pueblo y la política se comprometan con el orden fiscal. Si fallamos, volveremos a caer en el pozo de la inflación descontrolada y la destrucción de toda expectativa en el país”, puntualizó.
Respecto de su mensaje para la gente, se mostró más moderado: “Los años más duros de afrontar fueron los primeros. Lo peor ya pasó. Queremos agradecerles a los argentinos por el enorme apoyo que demostraron a lo largo de este primer período”.
Los análisis de un politólogo y de un economista
“Un discurso con un llamado de socorro”
El politólogo Patricio Adorno dialogó con LA GACETA y trazó un análisis del discurso que Milei ofreció en cadena nacional para presentar el Presupuesto 2026. Según sostuvo, el mensaje estuvo atravesado por la necesidad de construir consensos, algo que hasta ahora no había aparecido con tanta fuerza en la estrategia presidencial.
“Si tendría que sintetizar en una sola frase al discurso, me ha dado la sensación de un Presidente que estaba diciendo ‘solos no podemos’ o ‘los necesitamos’. Fue casi de una impotencia respecto a tener que pedir los consensos necesarios: el llamado a los gobernadores e incluso a los diputados. Fue un llamado casi de socorro”, afirmó. Según Adorno, Milei buscó al mismo tiempo reafirmar el rumbo económico basado en el equilibrio fiscal y sostener la confianza de quienes lo apoyaron en las urnas. “La primera parte del discurso ha estado centrada en darle argumentos a todos aquellos que lo votaron y pedir que le den más tiempo. Pero tener que decir varias veces que muchos argentinos aun no perciben los logros de su gestión, me parece que es asumir una pérdida”, explicó. En otras líneas, también destacó que, por primera vez, el Presidente se mostró dispuesto a abrir una instancia de diálogo con otros sectores. “Es un presidente que decía que todos estaban equivocados. Jamás lo escuché llamar o buscar consensos”, indicó.
Por último, Adorno destacó la ausencia del cierre con el tradicional “Viva la libertad, carajo”, gesto que interpretó como un intento de acercamiento a electores que podrían estar en desacuerdo con su forma de comunicar y sus insultos . “Hoy se está redibujando la frontera entre Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza… por eso también el Presidente debió bajar un poco el perfil”, concluyó.
Mensaje político con guiños al mercado
Sin inmiscuirse en la cuestión cambiaria ni en la subas de las tasas de interés ni en otras alarmas que están observando los mercados, el Presidente presentó el Presupuesto 2026 con un claro “un mensaje político y electoral”. En diálogo con LA GACETA, el licenciado en Economía Bernabé Salas Arón aseguró que el jefe de Estado mantuvo su línea “fiscalista” en la cadena nacional de ayer, aunque aprovechó su discurso para buscar conectar con el agotamiento que se percibe en las calles a partir de la desinflación, acompañada de una recesión que se siente directamente en los bolsillos y el empleo.
En relación al contenido de la presentación realizada por el dirigente libertario, el economista interpretó que el presupuesto incluye “recomposiciones muy moderadas” en áreas sensibles como las jubilaciones y el financiamiento de las universidades, que son precisamente los puntos que generan mayor cansancio en la población. Estos pequeños ajustes, aunque alejados de un cambio de rumbo drástico, buscan mitigar la tensión social sin sacrificar el estricto equilibrio fiscal que el gobierno considera su principal logro. En este sentido, Salas Arón sostuvo que el mensaje del presidente a la ciudadanía fue claro: “lo peor ya pasó”, pidiendo más tiempo y margen de acción para que los cambios estructurales den frutos y evitar así que se “tire a la basura” lo construido.
En relación a los guiños de Milei al mercado, Salas sostuvo que el mandatario buscó disipar la incertidumbre del sector se apostando a una resolución de los “ruidos actuales si la gente acompaña en las elecciones de octubre. “Hay un problema más allá del ruido político de octubre que es lo que los mercados ven a partir de un equipo económico que convalida tasas altísimas y un problema de modelo que no está respondiendo como que esperaban que responda”, concluyó.